Exclusividad o dignidad

16/07/2023, ASCENSIÓN MARTÍNEZ ROMASANTA - El Periódico Extremadura

En todo el territorio nacional hay 42 cementerios musulmanes repartidos en 27 provincias

Gragera pensó que algún municipio ha accedido a la petición de esta comunidad asentada en un país abierto y solidario

Palabras literales del alcalde de Badajoz, el popular Ignacio Gragera, en relación a la reiterada petición de la comunidad islámica para que el cementerio municipal reserve un espacio a los enterramientos islámicos: «No hay ninguna confesión religiosa que tenga una parcela propia exclusiva dentro de ningún cementerio público español, ninguna, y los que la tengan será por cuestiones históricas o derivadas de otra historia». Literal.

A medida que iba hablando se iba cubriendo con alguna sombra de duda, como las nubes negras que rompen a llover sobre un metro cuadrado en los dibujos animados. Primero dejó claro y subrayó que no hay «ningún» cementerio público con un espacio reservado al rito musulmán. «Ninguno», insistió. Bueno sí, tal vez alguno por motivos históricos. Quizá se le vino a la cabeza el cementerio de Griñón, el único donde los musulmanes pueden ser enterrados en la comunidad de Madrid, cuyo origen es cierto que es histórico, pues se destinó a la Guardia Mora de Franco en la dictadura. O sea, que algún cementerio público con espacio para los enterramientos islámicos existe, aunque por motivos del pasado que difícilmente se extrapolan a la actualidad, podría pensar el alcalde. Pero Gragera no se quedó ahí, ante la posible duda que le suscitó que pueda haber otros cementerios municipales con espacios para las distintas creencias religiosas de sus ciudadanos, que son tan ciudadanos como los cristianos católicos apostólicos y romanos.

El alcalde pensó que tal vez en algún municipio su ayuntamiento ha accedido a la petición de esta comunidad asentada en este país nuestro de talante tan abierto, tan acogedor y solidario. Por eso, cuando estaba a puntito de acabar lo que estaba diciendo y viendo quizá que la casuística podía ser más variada, comentó eso de que puede que haya localidades que tengan cementerio musulmán debido a razones «derivadas de otra historia». ¿Otra historia puede ser el cumplimiento de la ley? El artículo 16 de la Constitución Española garantiza la libertad religiosa y de culto «de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público». Por si no fuese suficiente, que lo es, hace más de 30 años, con la ley 26/1992 de 10 de noviembre se aprobó el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España para garantizar que los musulmanes sean enterrados de acuerdo a sus prescripciones religiosas y para que la concesión a las comunidades de parcelas reservadas para que los enterramientos se realice en cementerios municipales. Nada de esto se está cumpliendo en Badajoz ni en Extremadura. Junto con Castilla-La Mancha, Cantabria y Galicia son las únicas comunidades autónomas que no facilitan a sus ciudadanos musulmanes que puedan ser enterrados por el rito del Islam.

En todo el territorio nacional hay 42 cementerios musulmanes repartidos en 27 provincias. Atención a esta lista: los cementerios municipales Nuestro Padre Jesús de Murcia, el de Derio en Bilbao, el de Logroño, el de Sont Valentí en Palma de Mallorca, el de Griñón en Madrid, el de Torrero en Aragón, el de Alginet, el general de Valencia y el municipal de Alicante, el de Manresa, el de Calonge, el de Sant Feliu de Gixols, el Nuestra Señora de la Merced en Jerez de la Frontera (Cádiz), el de San Fernando en Almodóvar del Río (Córdoba), el de Córdoba, el de Santa Lastenia en Tenerife, el de San José en Burgos, el de León, el de Terrassa, el de Collserola en Barcelona y algunos más.Todos son cementerios públicos, municipales para más señas, y todos reservan un espacio a quienes profesan la religión islámica, para que sus familiares puedan tener cerca a sus muertos, sin verse obligados a repatriarlos o trasladarlos a tierras lejanas y ajenas. Este listado cuestiona a quien argumenta que los cementerios municipales no dedican espacios exclusivos para ninguna confesión. No es exclusividad sino dignidad.