Foto : Mezquita Cáceres
Cáceres 31/07/2008 TOÑI ESCOBERO
-El PeriódicoExtremadura
ABrahim El Azifi, primer imán de Cáceres desde que se abrió la mezquita de la calle Caleros, solo sabe pronunciar en castellano los saludos de cortesía y eso es lo que peor lleva de sus primeros 15 días en la ciudad. Le gusta hojear los periódicos, ver la tele y hablar con la gente, pero aquí todavía le es imposible, así que lo primero que ha pedido es un profesor de español. Por ello, el presidente de la comunidad islámica, Ahmed El Haroual, hace de intérprete para esta entrevista, que se desarrolla en una terraza de la plaza Mayor.
Saber que normalmente un musulmán no toca por respeto a una mujer que no sea su esposa o familiar cercano, lleva a la periodista inconscientemente a la prudencia en el saludo y a esperar que tomen ellos la iniciativa. Mientras que el presidente de la comunidad islámica cumple a la española con dos besos en la mejilla, el imán solo estrecha la mano del fotógrafo. Toma asiento y pide un café con leche y azúcar.
"Es un imán moderno, joven, abierto y tolerante", apunta Ahmed El Haroual, quien añade que por eso se le ha elegido y contratado como guía espiritual --parecido al cura católico-- del templo ubicado en un piso bajo de Caleros.
--¿Qué significa ser un imán moderno?
--Convivir con la gente de una manera sencilla. Rezo, pero salgo a tomar café con los amigos. Hago deporte, corro, juego al fútbol... El otro día disputamos un partido con españoles y vamos a formar un equipo de musulmanes. También me gusta estar al día de las noticias, ver la tele, ir al cine, leer...
--¿Por qué se hizo imán?
--Por su valor espiritual. Educar, enseñar el bien, que es lo que hace un imán, está remunerado ante Dios.
--¿Y cómo es su día a día?
--Me dedico a los cinco rezos y que se hagan a su tiempo. Releo el Corán, son más de mil páginas y se olvidan, y el resto del día es como el de cualquiera.
--¿Es su primer viaje a Europa? ¿Qué le ha sorprendido?
--En el 2006, mi país me envió a París como imán durante el mes del Ramadán y también he viajado a Toledo de turismo. De los días que llevo aquí, me ha impresionado el orden, la limpieza, la amabilidad de la gente, el buen recibimiento en todas las administraciones, como en el ayuntamiento donde me he empadronado, y el calor. Aquí hace más que en Marruecos.
--¿No ha sentido rechazo por ser árabe?
--En absoluto. Había escuchado que en Europa había racismo, pero yo no lo he visto.
--¿La identificación árabe-musulmán con integrismo-terrorismo es difícil de combatir?
--Sí, pero nosotros estamos en contra de todo tipo de integrismo o de terrorismo hasta el día del juicio final. Todas mis enseñanzas buscan la educación y la paz. Yo voy a convivir con los cacereños y me considero un conciudadano más. La convivencia y el respeto están en primer lugar, sin eso no se puede vivir.
--¿Pero entiende que el islam se relacione con terrorismo?
--La verdadera fe es la que combate el mal. Los terroristas utilizan la fe para sus intereses, se visten de ella como si se pusieran una cazadora, pero no son verdaderos musulmanes, porque hacen un mal uso de la religión. Mahoma transmite la paz y nos obliga a hacer el bien a toda la Humanidad, así que un musulmán debe desear convivir en paz y el bien para todos. Ese es el verdadero islam.
--¿De qué forma afectó al islam el 11-S y el 11-M?
--El islam es inocente de eso y quienes cometieron los atentados no tienen nada que ver con la religión. La dañaron muchísimo.
--Hay quienes hablan de choque de civilizaciones o religiones.
--El islam no obliga a nadie a seguir sus directrices. El tío de Mahoma no era musulmán y vivían juntos. El hijo de Noé no era cristiano y vivían juntos. Eso es una prueba de que la convivencia es posible si hay respeto.
--¿Y cómo debe ser la integración de los inmigrantes?
--No pueden encerrarse en un gueto, sino vivir con el resto de ciudadanos como uno más, adaptándose todo lo posible al país que les acoge sin renunciar a su cultura. Cualquier inmigrante debe dar ejemplo. Muchos marroquís vienen sin estudios y para delinquir, y eso no transmite una imagen positiva. Por eso es mejor una inmigración ordenada, que los inmigrantes vengan con trabajo.
--¿Qué piensa de que los marroquís tengan que emigrar para buscar una vida mejor?
--Eso requiere más una valoración política y yo de política prefiero no hablar.
Al final, la conversación deriva hacia el saludo a las mujeres. El imán justifica que no haya estrechado la mano de la periodista en su timidez y en los nervios por la entrevista. El Haroual aclara que en la reunión con el subdelegado del Gobierno sí efectuó ese saludo a las mujeres de su gabinete. La entrevista termina en la mezquita con una sesión de fotos. Allí el imán hace honor a la hospitalidad marroquí y prepara un té a la hierbabuena que acompaña con sfuf , un dulce típico magrebí que se come a cucharadas. Al despedirse, entonces sí, extiende su mano.
Saber que normalmente un musulmán no toca por respeto a una mujer que no sea su esposa o familiar cercano, lleva a la periodista inconscientemente a la prudencia en el saludo y a esperar que tomen ellos la iniciativa. Mientras que el presidente de la comunidad islámica cumple a la española con dos besos en la mejilla, el imán solo estrecha la mano del fotógrafo. Toma asiento y pide un café con leche y azúcar.
"Es un imán moderno, joven, abierto y tolerante", apunta Ahmed El Haroual, quien añade que por eso se le ha elegido y contratado como guía espiritual --parecido al cura católico-- del templo ubicado en un piso bajo de Caleros.
--¿Qué significa ser un imán moderno?
--Convivir con la gente de una manera sencilla. Rezo, pero salgo a tomar café con los amigos. Hago deporte, corro, juego al fútbol... El otro día disputamos un partido con españoles y vamos a formar un equipo de musulmanes. También me gusta estar al día de las noticias, ver la tele, ir al cine, leer...
--¿Por qué se hizo imán?
--Por su valor espiritual. Educar, enseñar el bien, que es lo que hace un imán, está remunerado ante Dios.
--¿Y cómo es su día a día?
--Me dedico a los cinco rezos y que se hagan a su tiempo. Releo el Corán, son más de mil páginas y se olvidan, y el resto del día es como el de cualquiera.
--¿Es su primer viaje a Europa? ¿Qué le ha sorprendido?
--En el 2006, mi país me envió a París como imán durante el mes del Ramadán y también he viajado a Toledo de turismo. De los días que llevo aquí, me ha impresionado el orden, la limpieza, la amabilidad de la gente, el buen recibimiento en todas las administraciones, como en el ayuntamiento donde me he empadronado, y el calor. Aquí hace más que en Marruecos.
--¿No ha sentido rechazo por ser árabe?
--En absoluto. Había escuchado que en Europa había racismo, pero yo no lo he visto.
--¿La identificación árabe-musulmán con integrismo-terrorismo es difícil de combatir?
--Sí, pero nosotros estamos en contra de todo tipo de integrismo o de terrorismo hasta el día del juicio final. Todas mis enseñanzas buscan la educación y la paz. Yo voy a convivir con los cacereños y me considero un conciudadano más. La convivencia y el respeto están en primer lugar, sin eso no se puede vivir.
--¿Pero entiende que el islam se relacione con terrorismo?
--La verdadera fe es la que combate el mal. Los terroristas utilizan la fe para sus intereses, se visten de ella como si se pusieran una cazadora, pero no son verdaderos musulmanes, porque hacen un mal uso de la religión. Mahoma transmite la paz y nos obliga a hacer el bien a toda la Humanidad, así que un musulmán debe desear convivir en paz y el bien para todos. Ese es el verdadero islam.
--¿De qué forma afectó al islam el 11-S y el 11-M?
--El islam es inocente de eso y quienes cometieron los atentados no tienen nada que ver con la religión. La dañaron muchísimo.
--Hay quienes hablan de choque de civilizaciones o religiones.
--El islam no obliga a nadie a seguir sus directrices. El tío de Mahoma no era musulmán y vivían juntos. El hijo de Noé no era cristiano y vivían juntos. Eso es una prueba de que la convivencia es posible si hay respeto.
--¿Y cómo debe ser la integración de los inmigrantes?
--No pueden encerrarse en un gueto, sino vivir con el resto de ciudadanos como uno más, adaptándose todo lo posible al país que les acoge sin renunciar a su cultura. Cualquier inmigrante debe dar ejemplo. Muchos marroquís vienen sin estudios y para delinquir, y eso no transmite una imagen positiva. Por eso es mejor una inmigración ordenada, que los inmigrantes vengan con trabajo.
--¿Qué piensa de que los marroquís tengan que emigrar para buscar una vida mejor?
--Eso requiere más una valoración política y yo de política prefiero no hablar.
Al final, la conversación deriva hacia el saludo a las mujeres. El imán justifica que no haya estrechado la mano de la periodista en su timidez y en los nervios por la entrevista. El Haroual aclara que en la reunión con el subdelegado del Gobierno sí efectuó ese saludo a las mujeres de su gabinete. La entrevista termina en la mezquita con una sesión de fotos. Allí el imán hace honor a la hospitalidad marroquí y prepara un té a la hierbabuena que acompaña con sfuf , un dulce típico magrebí que se come a cucharadas. Al despedirse, entonces sí, extiende su mano.
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