Cementerio Musulmán

07/05/2015 - Fernando Delgado / elperiodicoextremadura.com

Siempre he tenido una especial simpatía y admiración por el mundo musulmán. Su trayectoria, a través de la historia, es apasionante. Su vinculación con la ciudad de Mérida es para estudiarla con el mayor interés. El año 713 fue conquistada a los visigodos por Muza, cuyo recuerdo, a pesar del asedio que sufrió la ciudad durante meses, supo respetar las creencias de sus ciudadanos. Su hijo, Abd al-Aziz, se enamoró perdidamente de una emeritense, Ejilona, mujer del último rey godo, Don Rodrigo. El amor fue mútuo, vivieron en Sevilla como marido y mujer y esto le costó la vida, lo hizo decapitar el califa de Damasco Al-Walid I.

Mérida convivió con los musulmanes desde el 713 al 1230 conquistada por Alfonso IX de León. Muza tiene una calle céntrica. Alfonso IX en 1887 llevó su nombre el trozo desde el Manicomio, que se llamaba de los Descalzos, congregación Franciscana, hasta lo que hoy es la Torre de Mérida. En el año 1935, le pusieron Almendralejo. Y del nombre de la calle de Alfonso IX nunca más se supo. José Antonio Peñafiel tiene toda la historia de las calles emeritenses y debe publicarla.

Reconozco mi admiración por el mundo musulmán. El cementerio que más me ha llamado la atención ha sido 'La ciudad de los muertos' en el mismo Cairo. Mi mujer nació en Castillejo, un pueblo cercano a Ceuta, su padre fue destinado como capital veterinario a Riffien, el acuartelamiento más famoso de la legión en Marruecos hasta su independencia. En mi luna de miel lo visitamos.

Me encanta recorrer este país, algunas de sus ciudades son fascinantes. Me da envidia su fe, el ritual de sus rezos, sus tradiciones y el Corán, un libro para leer. No podemos olvidar que en Mérida convivimos con ellos 517 años, algo debemos tener genéticamente de este pueblo. El Ayuntamiento de Mérida tiene un gran patrimonio en suelos y diversos lugares para ofrecer a los musulmanes un lugar para los enterramientos de aquellos que viven en esta región. Como Cronista Oficial, reivindico la posibilidad de tener en la capital autonómica, ciudad patrimonio de la humanidad, el primer cementerio musulmán de Extremadura.