22 ago 2020

ADEL NAJJAR : «Extremadura te conquista el corazón de forma silenciosa»

Badajoz, 21 agosto 2020, Hoy.es CELIA HERRERA


LA EXTREMADURA DE... ADEL NAJJAR MOHAMED | IMÁN DE LA MEZQUITA DE BADAJOZ

Un vecino más. Hace 33 años que llegó a Badajoz, donde se siente muy querido. Nunca olvidará el apoyo que recibió durante los meses en los que estuvo atrapado con su familia en la franja de Gaza.
Nació en 1965 en la franja de Gaza (Palestina). Quería ser médico, pero la vida le llevó a convertirse en imán, líder de la comunidad islámica en Extremadura y símbolo del entendimiento y la concordia entre las diferentes culturas en la región.

–¿Por qué vino a Extremadura?

–Salí de mi tierra natal buscando los estudios de Medicina, era mi objetivo principal, también el deseo de una familia palestina humilde que había sido expulsada de sus tierras el año 1948, y refugiada en Rafah (Gaza). Como el resto de todos los palestinos, entendíamos que la mejor forma de luchar contra la ocupación israelí es la educación. Llegué a Madrid el 28 de junio de 1985, y dos años más tarde, estaba cursando los estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura. Durante esa etapa, con un grupo de estudiantes formamos la primera comunidad musulmana. Con el tiempo descubrí que en mi vida había otros objetivos, abandoné la carrera de Medicina y me giré hacia al ámbito confesional y cultural. Me apasiona el acercamiento entre confesiones y culturas.

–¿Qué impresión tuvo al llegar?

–Llegué a Extremadura después de pasarme dos años en Madrid. Un recién llegado es incapaz de valorar Extremadura como se debe, porque es una tierra que te conquista el corazón de forma silenciosa. Cada día que paso aquí me siento más agarrado a esta gran tierra y a su maravillosa gente. Me concedió el honor de ser un hijo adoptivo, y formar parte de su vecindad.

–¿Cuál es la mayor diferencia entre los modos de vida?

–A pesar de que estamos hablando de dos culturas distintas, me adapté muy fácil y rápido a mi nueva vida en Extremadura. Era un joven con 22 años que se movía en un ambiente sano, rodeado por buenas amistades en la Facultad de Medicina. En aquellos tiempos coincidí en algún curso con el actual consejero de Sanidad, José María Vergeles. También con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ejercía como profesor y médico forense. Al llegar, me llamó la atención los colores de la bandera extremeña, muy parecidos a la bandera de Palestina.

–¿Cómo le recibieron?

–Recibí muchas facilidades, muy buena acogida y muy buen trato. Los vecinos me trataron de maravilla. Hasta el día de hoy, me cruzo por la calle con vecinos que conozco desde hace 33 años. De vez en cuando, voy a ver a mi vecina Isabel, que ya no puede salir a la calle. No olvido su trato conmigo cuando era un estudiante joven viviendo en un piso compartido de alquiler pegado al suyo. Tuve el honor de ser vecino de mucha gente que, hasta el día de hoy, nos vemos y nos abrazamos. Las muestras de cariño más emotivas las he sentido cuando fui con mi familia de visita a Palestina hace 4 años, y nos quedamos retenidos durante 10 meses por el bloqueo que sufre la Franja de Gaza. Me llegaba el apoyo y la solidaridad de todos los tejidos sociales. El cariño recibido me conquistó el corazón y me hizo entender que el proceso de la adopción como hijo de Extremadura se aprobó por unanimidad.

–¿Qué costumbres le han llamado la atención?

–Lógicamente hay muchas costumbres que son distintas, pero siempre he tratado esta diferencia con mucho respeto. Eso me hizo enriquecer culturalmente.

–¿Qué echa de menos?

–Es difícil olvidar Palestina y su pueblo, que lleva cerca 73 años luchando por su libertad y dignidad. Vivo aquí con mi mujer y mis hijos, pero tenemos mucha familia en Palestina que echamos de menos.

–¿Suele recomendar visitar Extremadura? ¿Por qué?

–Siempre. Extremadura es una tierra que gusta por su oferta turística. Tiene un patrimonio islámico muy destacado, como la Alcazaba de Badajoz, la más grande de Europa. También la Mérida romana, La Vera, el turismo rural, sin olvidar nuestras fronteras con Portugal. Creo que tenemos mucho para sentirnos orgullosos de esta gran tierra.

–¿Le gusta el clima?

–Parece que los años nos ayudan a adaptarnos al clima. Nos quejamos del calor que pasamos en el verano, pero me acuerdo cuando iba de visita a Gaza, me quejaba de la humedad, echando de menos al calor seco de Badajoz. Tenemos buen clima en las otras tres estaciones.

–¿Qué destaca de los extremeños?

–Su gran capacidad de convivir con el otro, la facilidad que dan a los recién llegados para formar parte de la sociedad. Creo que la grandeza del pueblo extremeño consiste en su humildad y su buena acogida.

–¿Qué cree que necesita Extremadura para su desarrollo?

–Seguro que se necesitan muchas cosas pero lo más importante es unificar los esfuerzos y seguir en una única dirección, que nos conduce al interés general de todos los extremeños. Nos afecta mucho la falta de un tren digno que facilite a los extremeños sus viajes y movimientos.

–¿Los servicios públicos con los que cuenta son suficientes?

–Solo tengo palabras de agradecimiento a todos que hacen posible y accesible todos los servicios. Creo que disfrutamos de muchas alternativas para vivir y convivir felizmente.

–¿Cuáles son sus sitios en Badajoz?

–En Badajoz, me quedo con la Alcazaba. Es nuestra identidad, la de todos los badajocenses. Es nuestra joya de la corona, como le gusta llamarla el alcalde de Badajoz. Ha sido un acierto total por parte del Ayuntamiento de Badajoz presentarla en Fitur como la mejor oferta turística de nuestra ciudad. También me encanta el valle del Jerte y La Vera. Es una maravilla.

–¿Dónde viajará este verano?

–Este año, y con todo lo que estamos pasando, nos quedamos en Badajoz. Nuestro deseado viaje siempre está en dirección Palestina, pasando las vacaciones con nuestras familias, pero sabemos que es muy complicado.

–¿A qué dedica su ocio?

–Dedico la mayor parte de mi tiempo a la mezquita y la familia. Me considero muy casero, comparto mi felicidad con la gente, amigos y vecinos. En la mezquita paso muchas horas, entre el rezo con la gente o en el despacho, con las tareas administrativas.

–¿Suele acudir a fiestas de interés turístico o a acontecimientos culturales?

–Participamos en las fiestas de Almossassa, también es de interés turístico regional, y cada vez está tomando más carácter ya que acoge a todas las culturas.

–¿La cercanía con Portugal es un aliciente?

–Sin duda que el vecino portugués es una puerta para cambiar de aire. Es una de las ventajas que disfrutamos en Badajoz. Suelo visitar Elvas para disfrutar del café portugués.

–¿Qué es lo que más le gusta de la gastronomía extremeña?

–Afortunadamente, la gastronomía española y palestina son mediterráneas, parecidas. Así que estamos acostumbramos a comer en casa una paella, como maglouba, típico plato palestino. De la cocina extremeña, me quedo con la caldereta con cordero.

–Para terminar, defina Extremadura en tres palabras.

–Son amistad, felicidad y convivencia.

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